domingo, 30 de enero de 2011

MUSICA, LA QUE QUIERAS

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El gobierno inglés resolvió mantener como secreto de estado toda la documentación vinculada con la guerra de las Malvinas por noventa años, o sea, hasta el año 2072.

Guerra de Malvinas
DOCENTE DE LA UNNE ACCEDIÓ A UN SECRETO DEL GOBIERNO INGLÉS

Por Carlos Alberto Dansey

El gobierno inglés resolvió mantener como secreto de estado toda la documentación vinculada con la guerra de las Malvinas por noventa años, o sea, hasta el año 2072. Esta decisión ─conocida el 2010─ se presenta como muy llamativa, porque los secretos de estado en general se revelan al cabo de 25 o 30 años. Desde el lado argentino podemos suponer que esta decisión sin precedentes tiene como fundamento el hecho de que las revelaciones podrían ser utilizadas contra Gran Bretaña en la reclamación sobre la reivindicación de las islas. Conociendo la astucia y la inescrupulosidad del gobierno inglés en esta materia podríamos decir que esto es así sin ninguna duda. Al cabo de los sesenta y dos años que hay por delante, cabe suponer que el pleito estará superado a favor o en contra de cualquiera de los contendientes y ya carecerá de importancia lo que pudiese surgir de esos secretos.
Como quiera que sea, Inglaterra guarda secretos y uno de ellos esté referido al motivo inicial de la contienda. Del lado argentino todo el mundo cree que fue un acto irresponsable del Gral. Galtieri, entonces Comandante en Jefe del Ejército y presidente de facto de la República; y de las otras dos armas, marina y aviación, que lo acompañaron. Esto fue precisamente lo que los servicios de contrainteligencia ingleses pusieron en circulación, como así también que la Junta Militar procedía de esa forma para aliviar el frente interno, acosado por paros de la CGT. ¿Cómo se puede aceptar con tanta simplicidad tal irresponsabilidad de las FFAA, de acometer una aventura bélica con una tropa recién incorporada, con casi nula preparación? ¿Cómo se puede creer que los comandantes de la marina y la fuerza aérea y sus respectivos estados mayores no tuvieron la posibilidad de advertirle al Ejército, los inmensos riesgos de esa aventura? ¿Estaban todos enloquecidos? Esto es imposible de creer.
Descartada por increíble la hipótesis de que la contienda se inició por un acto de locura de las FFA argentinas, tiene que existir otra explicación, basada en razones muy poderosas que tuvo el gobierno inglés, a cargo de Margaret Thatcher, para que el conflicto se desatara. Ese es el secreto más comprometedor ante la opinión pública mundial y ante la historia de la civilización, que el gobierno inglés quiere preservar.

LA GESTA DE LAS MALVINAS
¿Fue una gesta realmente? No se alcanza a comprender a quienes califican la acción desplegada como “gesta” y al mismo tiempo abominan contra la irresponsabilidad de ocupar las islas sin una tropa debidamente preparada, sin los adecuados armamentos, que quedaron en el continente, sin comida y tantos otros defectos que llevan a preguntar, en qué cosa radica la calidad de gesta frente a tanta impericia. Cuando se celebró el primer aniversario, el 2 de abril de 1983, ya recuperada la democracia (pero no el sistema republicano, que fue escandalosamente falseado desde entonces hasta hoy), el gobernador de la Provincia de Buenos Aires (Alejandro Armendaris) presidió un acto de celebración de la gesta, en presencia de familiares de soldados, oficiales y suboficiales muertos y de lisiados en silla de ruedas, en su discurso mostró esa contradicción insoluble: “Hemos venido a celebrar… ─dijo─ …bueno, aquí no hay nada que celebrar…”. Los presentes quedaron atónitos: qué celebración es ésta en la que no hay nada que celebrar. Concedió condecoraciones a los lisiados y entregó medallas a los familiares de los muertos, que para él carecían de toda significación. Eran por actos personales protagonizados por cada uno de ellos a favor de una aventura militar, que no fue gesta. Murieron y se incapacitaron por nada. He allí la dramática contradicción de quienes creen que el hecho de la ocupación de las islas fue obra de un general etílico.
La verdad sobre esto es un secreto de estado inglés. Ningún inglés lo va a revelar jamás hasta el año 2072. Pero la decisión del gobierno británico no alcanza a ciudadanos de otras nacionalidades, en este caso, a un alemán, General de la Wermach, que ocupó el cargo de Segundo Comandante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con quien alternó accidentalmente el docente de la Universidad Nacional del Nordeste, Dr. Kornel Zoltan Méhèsz, en un acto protocolar realizado en una universidad de Alemania. El hecho ocurrió a finales de la década del ochenta del siglo último. Al enterarse dicho General que su interlocutor era argentino nacionalizado, le manifestó su admiración por el recio comportamiento de la bisoña tropa argentina y, en algo así como una actitud de expiación por la actuación que la OTAN le hizo jugar al Reino Unido de Gran Bretaña en contra de la República Argentina, le manifestó que la guerra obedeció a una necesidad vital de estrategia de dicho organismo, enfrentado en la guerra fría contra Moscú, ya que según las encuestas de opinión el pueblo inglés se hartó de la “dama de hierro”, Margaret Thatcher, y para desplazarla apoyaría al partido Laborista. Éste propiciaba como plan de gobierno el retiro de los misiles intercontinentales Pershing, instalados por la OTAN en territorio británico, con ojivas nucleares apuntadas hacia Moscú y las principales ciudades de la ex Unión Soviética. El triunfo del laborismo conduciría a la desarticulación del sistema defensivo de la Organización, basado en la principal arma estratégica que tenía para enfrentar la “guerra fría”, que entonces se hallaba en proceso de intensificación paulatina.
La información que recibió el profesor Méhèsz formó parte de la denuncia que, por iniciativa del Centro Correntino de Estudios, entonces Presidido por el Suboficial Mayor Rufino Antonio Billordo y suscripta por varias decenas de ciudadanos, se planteó contra Margaret Thatcher ante el Juzgado Federal de Ushuaia el año 1999, por crimen de guerra, sin citar entonces la fuente de la información, por circunstanciales motivos de oportunidad ahora superados. La denuncia se refería no solamente al criminal acto de ordenar el hundimiento del crucero argentino “Gral. Belgrano”, que se hallaba fuera de la zona de exclusión fijada unilateralmente por Gran Bretaña, sino también por la orden de atacar innecesariamente ─en contra de la opinión del comandante de la fuerza de desembarco─ la guarnición de Prado del Ganso (mal conocida como Ganso Verde), produciendo una brutal carnicería en ambos bandos. Los hechos referidos y la responsabilidad de Thatcher se basan exclusivamente en relatos efectuados por los periodistas ingleses Hastings y Jenkins, casi desconocidos en nuestro país, en su obra LA BATALLA POR LAS MALVINAS, Emecé Editores S.A, Buenos Aires, 1984. A quien le interese imponerse con mayor detalle del texto de la denuncia, puede solicitarlo en MOGLIA EDICIONES, calle La Rioja 755, de esta ciudad (folleto de 60 páginas).
En la citada denuncia se refiere que nuestro país fue objeto de una trampa, perfectamente orquestada por la OTAN, en resguardo de su sistema estratégico, que se hallaba en peligro de desmantelamiento. Con la colaboración de EEUU le hicieron ver a la Junta Militar que una ocupación sin bajas de las Islas (así se hizo) serviría para destrabar las negociaciones de Nueva York, que en ese momento se hallaban estancadas por la desinteligencia sobre si debían respetarse los deseos o los intereses de los habitantes de las islas. Todo sería solucionado por vía diplomática, sin acciones bélicas. Tanto es así que, cuando Thatcher ordenó la movilización de la “Task Force”, Jhon Not, Ministro de Defensa inglés, manifestó al periodismo que “cuando los argentinos vean que sus barcos comienzan a hundirse, volverán a la mesa de negociaciones”. Esta supuesta actitud negociadora es otra mentira más destinada a convencer que la acción de ocupación era un acto de locura de los militares argentinos. La guerra intensificó el espíritu nacionalista del pueblo inglés (es lo que se buscaba) y Thatcher fue reelegida nuevamente como Primer Ministro. Objetivo logrado: los misiles no fueron removidos al precio de la vida de más de 900 solados ingleses (dato que también ocultan), algo así como 1300 argentinos y más de 40 pilotos de  la aviación, también argentina.                  
A la Argentina la impulsó un motivo de honda raíz patriótica. A Inglaterra, en cambio, la impulsó la perfidia de Thatcher. Ahora queda a cargo del lector definir si fue una gesta o una baladronada de militares argentinos enloquecidos. ¿Cuántos años más seguiremos manteniendo esta falsedad?

martes, 25 de enero de 2011

¿Se puede considerar el azúcar como un alimento?


¿Se puede considerar el azúcar como un alimento?
Imposible, porque el azúcar blanca refinada, no es un alimento. Es una sustancia química pura, extraída de fuentes vegetales, más pura de hecho que la cocaína a la cual se parece en muchos aspectos.1 Su verdadero nombre es sucrosa o sacarosa, y su fórmula química es C12H22O11. Tiene doce átomos de carbono, veintidós de hidrógeno y once de oxígeno y absolutamente nada más que ofrecer. El azúcar refinada no tiene vitaminas, no tiene minerales2 útiles, no tiene enzimas, no tiene microelementos, no tiene fibra, no tiene proteínas no tiene grasas y no es de ningún beneficio en la alimentación humana. De no ser por todo esto, es buena.
......
1.- ¿Le parece extraña la comparación entre el azúcar y la cocaína? Veámoslo más detenidamente:
1. El azúcar es un polvo blanco y cristalino altamente refinado, también lo es la cocaína.
2. La fórmula química de la cocaína es C17H21NO4. La fórmula el azúcar es C12H22O11. Desde el punto de vista práctico la diferencia es que al azúcar le falta el átomo del nitrógeno.
3. Las dos se derivan de fuentes vegetales comunes.
4. Las dos son sustancias químicas poderosas que producen fuertes efectos físicos y emocionales.
5. Tanto el azúcar como la cocaína producen dependencia psicológica más no adicción.
6. La cocaína no está asociada médicamente con ninguna enfermedad física seria.
El azúcar, en cambio, interfiere en los ataques cardiacos, en la obesidad, en la diabetes, en la insuficiencia renal, en las caries dentales y en la ceguera… sólo para citar unas cuantas.
7. Importar cocaína refinada a Estados Unidos es un delito federal. Importar azúcar refina a Estados Unidos es un delito federal.
8. Una cantidad infinitesimal de hierro presente como una impureza no se puede calificar como “mineral útil”.
Pero entonces ¿El azúcar no es una fuente excelente de energía? Si lo es, pero no del tipo de energía que usted desea. La venta de azúcar es un gran negocio, uno de los negocios más grandes de la industria alimenticia en todo el mundo. Las ventas de azúcar, sólo en estados Unidos, llegan a los quince mil millones de kilos al año; si se vende aproximadamente a cuarenta centavos de dólar el kilo a precio de mayoreo, esto suma sesenta mil millones de dólares anuales. No está mal. Por eso la industria azucarera tiene un batallón de grupos de presión ( perdón ahora se les llama “compañías de relaciones públicas”) para convencer al público de que el azúcar refinada es buena para su salud. Estas organizaciones de vanguardia tienen nombres muy elegantes, como “Seminario para una mejor nutrición”, “Consejo para el aprovechamiento de los alimentos” y otros seudónimos ligeramente confusos. Publican grandes anuncios en los que le dicen al consumidor que el azúcar es la mejor fuente de “energía”.
En la forma en que están redactadas esos anuncios, uno pensaría que el azúcar proporciona esa vitalidad, ese entusiasmo, esa efervescencia, usted sabe, esa ¡ENERGIA!
No, la única energía que proporciona consiste en calorías. Pero no es la culpa de ellos que usted no comprenda bien, ¿verdad? A propósito esa tigresa domada, conocida como la Comisión Federal de Comercio, les ha dado un manotazo a los grupos azucareros, por sugerir que el azúcar refinada es buena. La verdad es que el azúcar lo único que hace es engordar y, todavía peor, si usted se siente cansado y falto de vigor, un terrón de azúcar refinada lo único que hará será hacerlo sentir más aletargado y le provocará un apetito voraz.
¿Cómo es posible que el azúcar nos haga sentir aletargados?
Muy fácil. La sucrosa, o sea, el azúcar blanca refinada, es una combinación de dos azúcares simples, la glucosa y la fructuosa. Existe una enzima en los intestinos conocida como sucrasa que descompone rápidamente la sucrosa en glucosa y fructuosa. La corriente sanguínea absorbe la glucosa y el exceso de ésta se almacena en el hígado. La glucosa es la gasolina del cuerpo y debe existir una cantidad constante de ella para poder realizar cualquier trabajo, como es el funcionamiento de los músculos, los movimientos físicos, la digestión, los latidos del corazón, hasta el acto de pensar. Como resultado, se llevan a cabo una serie de mecanismos complejos en el organismo, para mantener en un mismo nivel. La concentración de la glucosa dentro de la corriente sanguínea. Esta concentración es de un promedio de cien miligramos de glucosa por cada cien mililitros de sangre, lo cual viene a ser, aproximadamente, un gramo de azúcar por cada litro. Si la concentración del azúcar en la sangre sube de este nivel, el páncreas empieza a liberar una sustancia química llamada insulina, para neutralizar la glucosa y bajar su nivel en la sangre. Si la concentración de glucosa en la sangre baja mucho el hígado, donde hay glucosa almacenada, libera este azúcar en forma de una sustancia llamada glucógeno.
Teniendo este mecanismo básico en mente, es fácil darse cuenta de cómo el azúcar refinada afecta al organismo. Digamos que usted ha tenido un día muy difícil en la oficina, y a las tres de la tarde usted se siente exhausto, pero todavía faltan dos horas para salir. Entonces usted recuerda los anuncios de páginas completas que hablan de que “el azúcar es energía”. Usted lo cree y se bebe una taza de café con mucha azúcar y, quizá se devore dos barras de caramelo al mismo tiempo. Acaba de congestionar su organismo con casi cien gramos de azúcar pura y la glucosa de su sangre de repente sube hasta ciento ochenta miligramos por ciento. Se ha ocasionado usted mismo una “diabetes temporal”, o expresado con más delicadeza una hiperglucemia. Usted se siente débil, cansado y totalmente carente de energía. Si tiene suerte, su páncreas empezará desesperadamente a producir insulina, para contrarrestar la sobredosis de azúcar y, en una hora, más o menos, se empezará a sentir mejor. Probablemente habrá gastado un dólar, le habrá extraído a su páncreas su preciosa insulina, y se habrá saturado de setecientas cincuenta calorías que no necesitaba, ni deseaba. Además, la cantidad exagerada de insulina secretada por el páncreas ocasiona que usted empiece a sentir un hambre increíble. ¿Se siente que lo engañaron? Claro que sí.
Pero, ¿Cómo es que el azúcar ha llegado a ser un negocio tan grande? No siempre fue así. Al principio era tan popular en la alimentación como las lenguas de colibrí, y mucho más cara. En 1300, cuando se introdujo por primera vez en Europa proveniente de la India, medio kilo de azúcar le hubiera costado el equivalente a diez mil dólares. En un gran banquete, probablemente el rey espolvoreaba unos cuantos gramos de la sustancia blanca en sus costillas de cordero. A medida que pasó el tiempo y la producción aumentó, el precio empezó a bajar. Se establecieron plantaciones azucareras gigantescas en las Antillas y se plantó remolacha en Inglaterra. Ya en 1850 el azúcar era barata y existía en abundancia, para envenenar a las masas. En 1975 el azúcar refinada se ha convertido en el adulterante más común que se usa en la mayor parte de la industria procesadora de alimentos.
Espere. ¿Qué quiere usted decir con “para envenenar a las masas” y “el adulterante más común”? ¿No es eso demasiado fuerte? Si quiere la verdad, no es demasiado fuerte. Originalmente el azúcar se usaba como agente dulcificante. Pero desde hace cincuenta años se ha estado usando para adulterar los alimentos. Consultemos el Taber’s Cyclopedic Medical Dictionary en la página A-26 para la definición de “adulterante” : “Es aquello que adultera o debilita una sustancia”. En la mayoría de las harinas preparadas para pasteles y galletas encontrará más azúcar que harina. El helado y todas sus versiones inferiores, entre las leches malteadas, las imitaciones de leches malteadas, las imitaciones de helado, los postres helados, las imitaciones de postres helados, tienen una cosa en común: casi siempre contienen más azúcar refinada que cualquier otro ingrediente, incluso que “crema”. ¿Cómo es eso? Porque el azúcar es el alimento común más pesado que existe. Y es barata. Las harinas preparadas se venden por peso, lo dice en la caja para que uno piense que, si la caja viene a la mitad, lo están engañando a uno (¿no es así?). Una taza de harina pesa cien gramos. Una taza de azúcar pesa doscientos.
Se necesita más o menos cuatro tazas y media de harina para llenar la caja de harina preparada y cuarto de azúcar refinada. Y entonces, la industria de la alimentación vende al mismo precio la mitad del producto. Es una buena utilidad. El azúcar también se usa para adulterar el cereal para el desayuno.
¿Qué le hace pensar eso? El diccionario médico dice que el cereal es “gramos comestibles”. La etiqueta en la caja típica de “cereal” dice “cereal”. La etiqueta en el costado de la caja de uno de los “cereales” que más se venden, admite que éste contiene 49.38 por ciento de “sucrosa y otros azúcares”. Por definición “la sucrosa y otros azúcares” son adulterantes en el “cereal” de caja. ¿Preguntas?.
El azúcar también se usa para adulterar el pan. El “pan blanco enriquecido” que venden en el supermercado contiene alrededor del diez por ciento de azúcar refinada. Su propósito es hacer al producto más dulce y pesado, ya que el pan también se vende por peso. También encubre el sabor horroroso de la harina refinada y de las diversas sustancias químicas que le agregan. Si el pan está “enriquecido” con algo es con azúcar refinada. En esta forma el azúcar se usa para adulterar el pan.
También se encuentra el azúcar como ingrediente prominente en muchos otros alimentos en los que no tienen por qué estar. ¿Cuando usted hace sopa en casa, le agrega azúcar? ¿O a la mayonesa? ¿A las galletas saladas? ¿A las verduras frescas? Los procesadores de alimentos añaden azúcar a todos los productos. El azúcar también es un ingrediente prominente en cada uno de los siguientes alimentos semipreparados, o ya preparados. Crema de cacahuate (maní), alimentos para el bebé, salsa para tallarines, comidas congeladas, pizza congelada, aderezos para ensaladas, algunos cafés instantáneos, postres de gelatina, verduras enlatadas, jugo de tomate, salchichas y esos polvos de colores brillantes que se usan para preparar bebidas con sabor a frutas para los niños.
Pero, ¿el azúcar no es necesaria para endulzar esos productos? Sea usted mismo el juez. Tomemos un producto que la mayoría de los norteamericanos usan por lo menos una vez al día. Tiene varios nombres: “Crema instantánea de origen vegetal para cafés”, “sustitutivo de crema para café” y muchos otros nombres. Si uno no quiere ponerle leche al café, le pone este polvito. Parece leche en polvo, y mucha gente lo usa en vez de azúcar o crema. Usted sabe, quieren ingerir menos calorías. Pero ese es su primer error.
¿Por qué es un error? Consultemos una lista típica de ingredientes: Sólidos de miel de maíz, grasa vegetal, caseinato de sodio, fosfato de potasio, monoglicéridos, aluminato sílico de sodio, trifosfato de sodio, caroteno beta y riboflavina. Esa mezcla podría haber salido del juego de química de un niño, pero eso no es lo que nos importa más ahora. Si usted le pone eso a su café para reducir su ingestión de azúcar se llevará una gran sorpresa, porque básicamente es azúcar. “Sólidos de miel de maíz” es una forma furtiva de tratar de disimular que el ingrediente dominante del producto es una forma barata de dextrosa, conocida también como glucosa. (Por cierto que el “aceite vegetal” o “grasa vegetal” de seguro no es otra cosa que aceite de coco3). Una cucharadita de este producto es más o menos media cucharadita de azúcar y media cucharadita de aceite de coco. ¡Vaya! Las otras sustancias químicas están presentes para evitar que el producto se vuelva color café, o gomoso, o que en alguna forma traicione su vulgar origen ¿Calorías? Más o menos doce por cucharadita, o sea, el doble que si le pusiera leche. La próxima vez que una mesera o azafata le presente ese producto para su café, mejor pídale leche natural.
Se estará haciendo a si mismo un favor. Una rápida revisión a los productos alimenticios más comunes le mostrará lo fácil que es llegar a los setenta y cinco kilos de azúcar, que la mayoría de los norteamericanos consume al año. 4 (Yo nunca tomo azúcar refinada, y probablemente usted tampoco tomará tanta, como antes, cuando termine de leer este capítulo).
Las bebidas de cola proporcionan el ciento por ciento de sus calorías del azúcar que contienen. A veces las madres se sienten culpables y les dan a sus hijos esos concentrados en polvo para preparar bebidas con sabor a frutas. Eso está mejor, solamente proporcionan el noventa y ocho por ciento de las calorías del azúcar que contienen. Los padres que creen en los comerciales de la televisión, en cuanto vieron el anuncio, cambiaron en seguida a las bebidas de naranja que vienen en polvo, sabe a que tipo de bebida me refiero, ¿verdad? Esas, reducen la ingestión de azúcar en los niños a …, noventa y ciento por ciento de las calorías contenidas. Les diré que, si desean reducir la ingestión de azúcar de sus niños, para disminuir el porcentaje de calorías que reciben, es mejor darles una barra de chocolate en el desayuno, en lugar de una de esas bebidas. Con la barra de chocolate solamente ingerirán alrededor de un treinta por ciento de azúcar.
3. Si le sirve de consuelo, yo no creo que lo sea, pero en fin, pronto se forzará a las compañías procesadoras de alimentos a especificar exactamente que tipo de “grasa vegetal” le están poniendo a la comida. Será interesante ver los resultados.
4. A menos que se especifique otra cosa, esta cifra, al igual que todas las otras que se refieran al “azúcar”, se refiere a su vez a todas las formas de azúcar refinada: sucrosa, dextrosa, maltosa, lactosa, etcetera.
5. Sería mejor darle simplemente una manzana o una naranja de verdad. Pero hay que explicarle lo que es, ya que no hay ningún anuncio en la televisión que diga: “Esta es una fruta de verdad. No te hará ningún daño”.
¿Ya está cansado de postes dulces como los bizcochos que se hacen con harina ya preparada? Está bien, cambie a una marca popular de postre de gelatina, ligero, delicioso y con sabor a frutas. Pero no espere ingerir menos azúcar. Bocado tras bocado usted ingiere el doble de azúcar con la gelatina de sabores. La harina preparada para bizcochos contiene alrededor de un treinta y tres por ciento de azúcar. ¡Espero que tenga un páncreas fuerte! ¿Y cómo empezó este negocio del azúcar en todos los productos? Bueno, además de ser barata y pesado, el azúcar es una buena amiga, de los procesadores en muchos otros aspectos. Disimula el sabor de ingredientes inferiores y, a veces, hasta en estado de descomposición. La carne para almuerzo que probablemente uno no podría tomar en otra forma, casi sabe bien cuando se le agrega azúcar. Las cadenas de restaurantes de comidas rápidamente aman el azúcar. La ponen en la carne molida inferior, en los hot dogs, en el pollo frito, en los hot cakes, en las tortas de pescado y en casi todo. Si tienen suficiente azúcar (y sal), la mayoría de los alimentos de rápida preparación saben lo suficientemente bien como para comerlos. Pero el truco más sucio, en lo que se refiere al azúcar, se les juega a los consumidores más inocentes e indefensos de todos.
¿A quienes?
A los bebes. Las compañías gigantescas que elaboran “alimentos” para bebés, saben dos cosas importantes referente a la venta de estos productos. En primer lugar, tienen que hacer que los bebés se coman sus productos. Y eso es un problema. La “comida” para bebés está sobrecocinada, sobreprocesada, es simple y no tiene sabor. Por eso es tan esponjosa, pastosa y espantosa a la vista. Pero el ingrediente secreto es el azúcar. Una buena cantidad de azúcar hace que las verduras, las frutas, y todo lo demás que se prepara para el bebé, sea más aceptable para éste y, particularmente, para la mamá. Si los niños se comen esta pasta salada impregnada de azúcar, que pasa por “alimento” para el bebé, la mamá se siente feliz. Da de comer a su bebé más rápido y fácil y le queda tiempo para sus interminables tareas. Pero existe, además, otra ventaja comercial para agregar azúcar a la “comida” para bebé, lo engorda. Hace setenta y cinco años la tuberculosis era un problema serio de salud, y uno de los síntomas obvios de esta enfermedad era una grave falta de peso. En esa época los niños gordos estaban libres de tuberculosis. Aunque hoy día la tuberculosis está bajo control, a las madres modernas todavía les gustan los bebés gordos. Y los pediatras lo pesan en cada visita y anotan su peso en su registro especial. Los niños que se alimentan con “comida” especial ya preparada, para bebés, son gordos y los bebés gordos producen utilidades. Pero, ¿en realidad los bebes gordos están sanos? No. Los niños delgados son sanos. Los bebés gordos serán adultos gordos. Los adultos gordos tienden a ser adultos muertos. El azúcar no tiene por qué estar en los alimentos del bebé. Y solamente hay otro alimento en el que el azúcar hace más daño, que en los llamadas “alimentos” para bebé.
¿Cuál es? En las fórmulas para lactantes. Sólo existe un alimento nutritivamente adecuado para los lactantes: la leche humana. Es perfecta desde todos los aspectos, tanto para la madre como para el recién nacido. Nada más no hay utilidades de la venta de leche materna, y si las hay, inmensas, en la venta de leches de imitación, conocidas como “fórmulas para lactantes”. Son baratas en su elaboración, duran indefinidamente y se venden a precios muy altos. Engordan a los bebés, le hacen más fácil la vida a la madre y enriquecen a las compañías que las venden pero no son buenas para los bebés.
Pero si no son buenas para los bebés ¿Cómo es que las venden tanto y cómo es que los pediatras las recomiendan? Porque los pediatras no son expertos en nutrición. Son hombres y mujeres bien intencionados que trabajan intensamente, en su diaria lucha contra la enfermedad. La mayor parte de ellos simplemente no tienen el tiempo, o los antecedentes necesarios, para dedicarse a estudiar una mejor nutrición para que los bebés crezcan más sanos. Además, los vendedores de leche artificial les llevan la ventaja. En la actualidad, cuando una madre sale del hospital, en Estados Unidos, le dan gratis una gran caja de leche artificial, para que la madre se la dé al bebé y este se aficione a ella. Una de las compañías internacionales más grandes que elabora “formulas para lactantes”, hasta contrata mujeres vendedoras y las viste como enfermeras, para que recorran las atrasadas poblaciones africanas, diciéndoles a las madres que su leche enfermará a los bebés, y que su única esperanza es comprar la fórmula artificial.
Veamos que contienen estas leches artificiales, para poder juzgar. El ingrediente básico de estas “fórmulas”, es leche de vaca descremada y desecada. El segundo ingrediente, generalmente, es lactosa, un tipo de azúcar refinada compuesta de glucosa y galactosa. El siguiente ingrediente en orden de cantidad es nuestro viejo amigo el aceite de coco. ¡Uf! Ingiera una mezcla de leche descremada en polvo, azúcar y aceite de coco durante el día y comprenderá por qué su bebé la escupe. El resto de la larga lista de vitaminas y minerales artificiales está presente en la mezcla en cantidades infinitesimales. La única razón por la que los bebés beben estas fórmulas, es porque ellos no pueden salirse de la cuna e ir al refrigerador para buscar algo decente que comer. Y, es más, las “fórmulas para lactantes” y los “alimentos” para bebé que contienen sobre dosis de azúcar predisponen a los chicos a cosas peores.
¿A qué cosas?
A una vida de adicción al azúcar. Una vez que el sabor de los alimentos endulzados en extremo queda grabado en el paladar del niño, permanece ahí para siempre. El niño promedio norteamericano consume al año más de diez kilos de dulces y caramelos, casi quinientas botellas de bebidas endulzadas y doscientas piezas de chicle para mascar endulzado. La mayoría de los adultos no ingieren nada que no esté muy azucarado, desde vino, cerveza y cocteles, hasta bocadillos, refrigerios y verduras congeladas. (Si, la cerveza contiene mucha azúcar, se llama maltosa). Estas son malas noticias para todos, excepto para los que venden azúcar. Uno de los aspectos de estas malas noticias son las caries dentales. El costo de los tratamientos dentales actualmente, en Estados Unidos, llegan a seis millones de dólares. Y la tasa de dientes cariados aumenta tan rápido, que si los dentistas del país trabajan veinticuatro horas diarias, durante los siete días de la semana, tapando dientes cariados, al final del año habría la misma cantidad de dientes esperando ser tapados, que los que había al principio del año. Viéndolo de otra manera, en cada cien hombres que entran al servicio militar en Estados Unidos, los dentistas militares tapan seiscientos dientes, hacen ciento doce extracciones y colocan cuarenta piezas dentales postizas. La causa principal de las caries dentales, la constituye el azúcar refinada en la alimentación.
¿Qué lo hace estar tan seguro de eso?
Solamente eche una ojeada a las revistas médicas y estará tan seguro como yo. El gobierno inglés hizo uno de los estudios dentales que se consideran clásicos, en las islas de Tristán da Cunha, en medio del océano Atlántico, entre Africa y Sudamérica. Debido a su aislamiento durante tantos años, los nativos de las islas subsistían a base de pescado y papas. No consumían azúcar refinada y los dentistas oficiales de la Marina Inglesa los revisaban periódicamente. En 1938 no se encontró ningún primer molar cariado en los residentes que tenían menos de veinte años, en toda la isla. En 1962, los nativos de las islas ya tomaban medio kilo de azúcar por persona a la semana, más o menos una tercera parte de los que toma un norteamericano en promedio. Entonces, la mitad de los nativos tenían caries.
Pero ese es solo un ejemplo ¿no es así? Si, pero ¿quiere algunos más? Existen más de cien estudios, casi iguales, llevados a cabo en Ghana, Sudáfrica, Estados Unidos, Inglaterra, Austria, Suecia, Noruega y en otras dos docenas de países. En todos los casos los resultados han sido los mismos: el azúcar refinada produce caries dentales, muy rápido.
¿Cree usted que tiene sentido gastar cientos de millones de dólares en agregar al agua, y a las pastas dentales, pequeñas cantidades de una sustancia química venenosa, el fluoruro cuando satura su boca con tales cantidades de azúcar, que dañan la dentadura?
Hay una solución más segura y efectiva: dejar de ingerir azúcar refinada. Y dejar de darle a los niños alimentos adulterados con azúcar. Por cierto, ¿qué tomaron hoy en el desayuno? ¿No sería uno de esos cereales azucarados, de marca reconocida a nivel nacional, con todo ese blablabla nutritivo en la etiqueta? Una de las compañías que hace uno de esos cereales dice: “Somos serios cuando se trata de nutrición”. Su suculento producto cubierto de azúcar contiene tres dulcificantes diferentes y, según sus cálculos, contiene un 56.45 por ciento de “sucrosa y otros azúcares”. Sumemos a esta la cifra que ellos dan de “almidón y carbohidratos”, 31.75 por ciento y tenemos un cereal ( ? ) que consiste en 88.2 por ciento de almidón, azúcar y carbohidratos refinados ¿Serios cuando se trata de nutrición? También hay otro pequeño problema cuando se ingiere tanta azúcar.
¿Cuál es?
Que le puede causar a uno la muerte. No hay duda de que la diabetes mellitus, conocida como “diabetes de azúcar”, es ocasionada por el consumo excesivo de azúcar refinada y, en menor grado, de carbohidratos refinados. Veamos en qué consiste la diabetes, para ver qué papel juega el azúcar en su origen. Cuando se consume azúcar refinada, y ésta penetra en el torrente sanguíneo, el páncreas produce una sustancia química llamada insulina, que regula el nivel del azúcar en la sangre.
La insulina tiene efectos inmediatos en la reducción del nivel de azúcar en la sangre, para proteger a los órganos vitales, incluyendo al cerebro, de una sobredosis de azúcar.
Una cantidad excesiva de azúcar en la sangre puede ocasionar un padecimiento que se conoce como coma diabético, el cual puede producir daño rápido y permanente en el cerebro y, después la muerte. Una cantidad excesiva de insulina, puede provocar un choque insulínico, que también puede producir daño cerebral y la muerte. Por eso el pobre diabético, durante toda su vida, oscila entre el como diabético y el choque insulínico. Y todavía peor, los diabéticos y sus parientes tienen que aceptar la realidad, no importa lo desagradable que sea, si quieren tener una oportunidad para superar su enfermedad. La diabetes, para un gran número de personas que la padecen, significa una vida llena de gastos astronómicos, de terribles sorpresas desagradables y de una muerte prematura.
No importa el cuidado con que controle su dieta, no importa la constancia con que tome su insulina, el diabético puede adquirir una grave infección a partir del más leve rasguño, o puede empezar a sufrir gangrena en dedos de manos y pies, así como en otras partes del cuerpo, sin previo aviso, teniendo que sufrir su amputación. Es extremadamente vulnerable a la presión sanguínea alta, existe una tasa inmensamente elevada de ataques cardiacos entre los diabéticos y también la posibilidad de que queden ciegos parcial o totalmente. La insuficiencia renal es otro peligro serio que corren los diabéticos. Muchos diabéticos varones pueden esperar una impotencia sexual total y permanente, la cual todavía no es curable, ni existe tratamiento para ella. Hasta la tuberculosis ocurre dos veces más entre diabéticos que entre los que no lo son. Y la medicina “moderna” no tiene otra cosa que ofrecer al diabético que una receta para una jeringa, una aguja y un frasco de insulina. El médico prescribe una dieta, que ninguna persona normal podría seguir, y le da otra cita para el mes siguiente. Este tratamiento es el que ha enriquecido fabulosamente a los pocos laboratorios que producen la insulina y, al mismo tiempo, ha convertido en adictos a la insulina a los doce millones de diabéticos que se calcula que hay en Estados Unidos.
Pero ¿por lo menos la insulina ayuda al diabético a vivir más?
Quizá sí, en casos individuales. Sin embargo las estadísticas no apoyan eso. En 1900, de acuerdo con informes de las compañías inglesas de seguros de vida, la diabetes ocupa el vigesimoséptimo lugar, como causa de muerte. La insulina se empezó a producir comercialmente en 1922. En 1950, la diabetes ocupaba el tercer lugar, como causa de muerte. ¿Se deberá esto, quizá, a que otras enfermedades se empezaron a controlar más, y la diabetes siguió reclamando vidas? No es muy probable, porque, en 1900, la tasa de mortandad por diabetes en Estados Unidos era de 12.2 por 100000 habitantes. En 1971, casi tres cuartos de siglo de “progreso” más tarde, la tasa de mortandad por diabetes era de 18.5 por 100000 habitantes. A pesar del tratamiento “ moderno ” para la diabetes, a pesar de la insulina, la tasa de mortandad por diabetes ha aumentado en un ¡cincuenta y dos por ciento en los últimos setenta años!.
Pero aunque el diabético sobreviva mucho tiempo, su enfermedad es muy cara. El diabético en promedio gasta, por lo menos, diez dólares al mes en insulina, agujas y jeringas. Una visita mensual al médico, junto con pruebas de laboratorio, le cuesta un mínimo de treinta dólares mensuales. Con que tenga una sobredosis de insulina, o una deficiencia de ésta al año, la hospitalización le cuesta otros mil dólares. Por lo tanto, si los diabéticos de Norteamérica solamente gastaran la mitad de esa cantidad, o sea, alrededor de setecientos cincuenta dólares al año, la suma alcanza la cantidad de nueve mil millones de dólares anuales.
Se han elaborado medicamentos antidiabéticos orales, pero no han sido muy efectivos, y ya se han retirado apresuradamente del mercado uno o dos de ellos. Pero existe una manera para mejorar la salud del diabético que no cuesta un centavo y que, en realidad, lo puede ayudar a superar con demasía su enfermedad. ¿Cuál es ? Bueno, en primer lugar tenemos que comprender que la diabetes no es simplemente una deficiencia de insulina. De hecho el diabético tiende a tener más insulina que lo que uno esperaría. La diabetes es el resultado del agotamiento del páncreas debido a una constante sobredosis de azúcar refinada y carbohidratos refinados. Existen tantas pruebas de esto que es increíble que se haya pasado por alto durante tanto tiempo. El resultado que viene a continuación es la evidencia científica, incontrovertible, que establece a la diabetes como el resultado del agotamiento pancreático, debido al consumo excesivo de azúcares (y carbohidratos).
a. La diabetes es casi desconocida en los países no industrializados (incorrectamente llamados “primitivos”), que casi no consumen azúcar y carbohidratos refinados.
b. Tan pronto como las poblaciones de estos países empiezan a consumir azúcar y carbohidratos refinados, la diabetes empieza a tomar auge. Generalmente, existe un periodo de veinte años a partir del principio del consumo de azúcar refinada, hasta la incidencia en gran escala de epidemias de diabetes.
c. Como corolario al inciso número 2, el periodo latente en el individuo promedio, también es de veinte años empezando con el consumo fuerte de azúcar en la niñez.
d. Se ha empleado mal la creencia de que la diabetes tiene un componente hereditario, para insistir en que la cantidad de azúcar refinada que se ingiere, no tiene nada que ver con la enfermedad. Eso no es verdad. Escuchemos lo que dicen libros de referencia aceptados como es The Merck Manual of Diagnosis and Treatment:
“A pesar de que desde hace mucho tiempo se ha reconocido la existencia de un componente genético en los diabéticos, la forma en que éste se puede heredar todavía no se ha definido. Los datos epidemiológicos se inclinan más hacia un patrón autosómico recesivo, aunque no queda excluido un modelo hereditario multifactorial”.
¡Uf! Es tranquilizante. En realidad, puse a mis mejores traductores a trabajar en este manifiesto y así es como quedó en lenguaje accesible: “Los médicos han notado que la tendencia hacia la diabetes se repite dentro de la misma familia, pero no saben exactamente cómo sucede esto. Después de revisar y estudiar a muchos diabéticos parece que los genes recesivos tienen algo que ver, pero nadie sabe en realidad qué es lo que pasa”.
Está bien, regresemos a la realidad. Si los padres consumen mucha azúcar, el hijo que se sienta a la mesa con ellos también la consumirá en grandes cantidades. Todos tenemos un organismo diferente, y un páncreas diferente, por eso algunas personas pueden asimilar más azúcar que otras. Pero si mamá y papá le dan a su bebé una fórmula láctea que contiene más de la mitad de azúcar y lo crían con “alimento” para bebes que ya viene preparado, las probabilidades de que ese niño padezca diabetes cuando crezca son mayores. Y si después sigue tomando “cereal”, del que ya hemos hablado, que contiene 56.45 por ciento de azúcar, ¿qué le espera al pobre niño?
Se han llevado a cabo estudios científicos meticulosos y responsables, en los que se han rastreado los orígenes de la diabetes en razas que, alguna vez, se encontraron totalmente libres de dicho padecimiento, y se ha llegado al momento en que su consumo de azúcar refinada empezó a aumentar. Estos estudios abarcan las siguientes naciones: Islandia, Israel, Sudáfrica, la India, Trinidad, los esquimales de Canadá, los esquimales de Groenlandia, Bangladesh, los indios cheroquíes, Yemen, Nueva guinea, Polinesia y varias docenas más.
En cada caso los resultados fueron idénticos: virtualmente cero diabetes hasta que el grupo empezó a consumir azúcar refinada en grandes cantidades, de treinta y cincuenta kilos al año, o sea, un poco menos que lo que consumen los norteamericanos.
e. Un experimento opuesto a éste se llevó a cabo en la Primera y Segunda Guerras Mundiales. Era muy difícil obtener, en esas épocas, azúcar refinada y carbohidratos refinados y, tanto la tasa de incidencia como la tasa de mortandad de la diabetes, disminuyeron impresionantemente. Si la diabetes es una enfermedad hereditaria, ocasionada por la falta de insulina, ¿Cómo es posible que simplemente privándose de azúcar y carbohidratos refinados, se cure la diabetes que se supone proviene de los tatarabuelos?.
6 Ese polvo blanco cristalino, llamado azúcar, ha ocasionado más sufrimientos y muertes en la raza humana que el polvo blanco cristalino, llamado cocaína. Si uno vende un kilo de cocaína, se convierte en criminal y tiene que pagar una pena de veinticinco años de cárcel. Si uno vende un kilo de azúcar se convierte en tendero, y se va dos semanas a Miami, durante el invierno. 6. En 1949 apareció un extraño artículo en una revista médica inglesa, que sugería que la causa de la diabetes era una cantidad exagerada de grasa en la dieta. El autor hacia sus razonamiento basándose en que durante las guerras también las grasas eran difíciles de obtener, mientras que los carbohidratos todavía abundaban en la alimentación. El pasaba por alto un hecho vital: los únicos carbohidratos que se podían obtener durante las guerras eran carbohidratos no refinados de alta fibra, los cuales no producen diabetes. Pero ¿no nos dijo usted que iba a decirnos como prevenir la diabetes y cómo mejorar la salud de los diabéticos? Seguro. Pero antes déjeme hacer una importante aclaración este libro no intenta dar consejo o sugerir tratamientos.
La diabetes mellitus es una enfermedad seria, que requiere de la constante supervisión de un médico calificado y experimentado en el tratamiento de esta enfermedad. (Además de la importancia que tiene esta aclaración, la editorial insistió en que la hiciera para evitar que algún chiflado la demande. Yo creo que esto estimula a los tontos a demandar, porque el lenguaje legal estimula los reflejos en cualquier parte, hasta en un libro sobre nutrición).
Bien, ahora regresemos a nuestro asunto. En primer lugar, para salvar a sus niños de la diabetes vaya a la despensa de su cocina y tire todo lo que contenga azúcar refinada. Lea las etiquetas y si encuentra cualquiera de estas palabras tire el recipiente y el contenido; sucrosa, fructuosa, glucosa, maltosa, lactosa, galactosa, miel de caña, miel de maíz, azúcar de maíz, azúcar invertida, dextrosa y cualquier otra cosa que sugiera azúcar refinada. Deshágase de la mayonesa, de la salsa catsup, de todos los refrescos, de todos los cereales para el desayuno que contengan azúcar, de todos los “pays” comerciales, pasteles, dulces, galletas, bocadillos y postres de gelatina comerciales, y de todo aquello que sea fuente oculta de azúcar refinada.
Tire todo el pan blanco de imitación, a menos que el vendedor pueda certificar que no contiene azúcar de ningún tipo. (¡Buena Suerte!). En resumen, que su hogar quede lo más libre posible de azúcar refinada. Al final de este capítulo mencionaremos el tipo de dulcificantes que se pueden usar sin correr riesgo . Después, siga el mismo procedimiento con respecto a todo tipo de carbohidratos refinados. Deshágase de todo lo que contenga harina blanca refinada. Tire el arroz blanco, la harina blanca y las pastas de harina refinada, aunque sean de color amarillo. También los tallarines y los macarrones blancos, y cualquiera de las cincuenta variedades de pastas, que puede haber en casa. Puede consultar el capítulo acerca de los carbohidratos para mayores detalles.
Pero, ¿no es eso desperdiciar la comida?
Si no hace eso, la “comida” lo va a desperdiciar a usted. Hablando honestamente y objetivamente, usted solamente está tirando falsificaciones de alimentos que han sido adulterados con sustancias que no son buenas para su organismo. Sé que se siente tentado de darle eso a los pobres, pero no lo haga, a menos que tenga algo en contra de ellos. Y sobre todo, no se lo de al perro. Por una razón, la basura refinada que está usted tirando, probablemente no llena los requisitos que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos establece para los alimentos para animales. Y se puede meter en problemas. Y por otra razón, siendo los perros lo que son, el suyo probablemente se lo comerá, y usted no quiere que enferme ¿verdad?. Después de que haya restaurado la razón y la cordura en su cocina, establezca una dieta de alta fibra para su familia
¿Tiene usted pruebas de que esta dieta ayuda a prevenir la diabetes?
Bueno, definitivamente no ocasionará diabetes. Y, basado en evidencia científica abrumadora, es la única y más efectiva medida que puede uno tomar para proteger a sí mismo y a su familia contra esta terrible enfermedad. Desde luego que ya ofrecen páncreas artificiales a diez mil dólares, más la instalación y el mantenimiento, pero tampoco eso es la solución. Si usted ya es diabético, dígale a su médico que estudie las nuevas e importantes técnicas de tratamiento para la diabetes, junto con una dieta alta en carbohidratos y de alta fibra. En realidad, solo consiste en darle al diabético una dieta normal, compuesta de carbohidratos no refinados y mucha fibra. En esta dieta no se consume azúcar, que es más de los que se puede decir de las dietas oficiales para diabéticos. ¿Quiere usted decir que las dietas usuales para diabéticos contienen azúcar? Si, y mucha. La Asociación Norteamericana para Diabéticos, proporciona una serie de dietas, 7 que casi todos los médicos del país que tratan la diabetes usan. Si es usted diabético, probablemente su médico le dará una dieta de dos mil doscientas calorías, que le permitirá tomar diez porciones al día de los siguientes platillos: helados, bizcochos, pan blanco (diez por ciento de azúcar ¿recuerda?), las galletas “graham” y pan de maíz.
Todos estos alimentos contienen mucha azúcar refinada. Estos mismos artículos contienen abundancia de carbohidratos refinados, incluyendo también las galletas saladas de todo tipo , macarrones, pastas, tallarines, “cereal” para desayuno y puré de papas
. Algunos de estos últimos alimentos también contienen una buena dosis de azúcar. Además, esa famosa dieta para diabéticos permite tomar ocho porciones al día de mayonesa o aderezo francés para ensalada, todos ellos conteniendo más azúcar refinada que la que un diabético debe tomar. Pero eso no es todo. La misma dieta incluye ocho porciones al día de alimentos como salami, fiambres, jamón y hot dogs, todos con un alto contenido de azúcar refinada. Uno puede terminar con crema de maní, que generalmente tiene una buena cantidad del mismo polvo cristalino blanco, el cual puede significar la muerte para el diabético.
Pero entonces ¿la insulina no contrarresta esa azúcar? No. La insulina simplemente evita que el azúcar proveniente de la dieta, no se acumule en el torrente sanguíneo ocasionándole una muerte inmediata a la persona. Ninguna dieta que proporcione cantidades exageradas de azúcar refinada al organismo afectado de una diabético, le hace ningún bien.
7. Krause M. V., Food Nutrition, and Diet Therapy, filadelfia W. B. Saunders Co., 1969, pág. 302. Otro enfoque mucho mejor, sería eliminar toda el azúcar refinada de su dieta, así como todos los carbohidratos. En esta forma la poca insulina que el páncreas dañado todavía pueda producir, será suficiente para asimilar, el azúcar, sin la necesidad de la inyección de insulina embotellada, extraída del páncreas de animales muertos.
El tratamiento diabético de la diabetes, se basa en el hecho de que el diabético puede producir hasta el sesenta por ciento de la insulina que necesita. Si se le dan carbohidratos sin refinar su páncreas dañado podrá hacer su trabajo más o menos bien. Pero si se le abruma con helado, bizcocho y galletas saladas no tendrá oportunidad de hacerlo. Es como pedirle a alguien que mueva doscientos cincuenta kilos de un lado a otro de la habitación. Si trata de hacerlo de una sola vez se puede rasgar un músculo, elevar su presión sanguínea, provocarse una hernia y quizá hasta un ataque cardiaco. Pero si mueve doce kilos cada vez, no hay esfuerzo. Muchos diabéticos pueden hasta asimilar carbohidratos no refinados, en cantidades razonables, si además consumen cantidades generosas de fibra. En algunos experimentos una dieta de alta fibra con carbohidratos no refinados ha permitido a algunos diabéticos dejar la insulina por completo, y a otros, reducir enormemente la cantidad necesaria de ella.
a. La diabetes es una enfermedad común, cuya incidencia va en aumento en los países industrializados, ésta se relaciona directamente con el consumo de azúcar refinada y de carbohidratos refinados.
b. La diabetes es una enfermedad virtualmente desconocida en las sociedades que no consumen azúcar refinada o carbohidratos refinados.
c. Las personas pertenecientes a dichas sociedades que empiezas a ingerir grandes cantidades de azúcar y de carbohidratos refinados también empiezan a padecer de diabetes. d. La insulina no es una cura para la diabetes. La insulina ni siquiera es un tratamiento efectivo para la diabetes. La insulina les da a los diabéticos, y a los médicos, la peligrosa ilusión de que pueden tomar azúcar y carbohidratos refinados, sin dañarse a si mismos.
e. Las pruebas han demostrado que las dietas de alta fibra, libres de azúcares refinados o de carbohidratos refinados, pueden disminuir o eliminar la necesidad de insulina en los diabéticos.
f. La mejor forma de prevenir la diabetes es seguir el ejemplo de las llamadas sociedades primitivas, y eliminar lo más completamente posible el azúcar refinada y los carbohidratos refinados de la dieta, y especialmente de la dieta de los niños.
g. El logro más impresionante de los tratamientos “modernos”, para la diabetes, es que la tasa de mortandad ha aumentado en ¡un cincuenta y dos por ciento en los últimos setenta años! Pero hay algo peor que esto. En 1900 no había antibióticos, ni hospitales modernos. No existía la prueba de la orina para el azúcar, no había computadoras médicas de millones de dólares y no había superespecialistas en diabetes. Generalmente, un simple rasguño, o una uña enterrada del pie, eran motivo suficiente para mandar a un diabético a la tumba.
Hoy día tenemos todo, incluyendo la insulina, y mueren un cincuenta por ciento más de diabéticos, que al principio del siglo. ¿Qué podrían ser los bizcochos y las galletas saladas?
¿O podría ser la insulina?.
h. Detrás de la tasa de mortandad tan astronómicamente alta de la diabetes, se encuentran cifras todavía más impresionantes, ya que la mayoría de los diabéticos mueren de infartos, de insuficiencia renal y de ataques cardiacos, ocasionados por la misma enfermedad.
8. Kiehm T.G., Anderson J. W.. y Kyleen, W., Efectos benéficos de una dieta de alto contenido de fibra y de alto contenido de carbohidratos para hombres diabéticos hiperglucémicos. American Journal of Clinical Nutrition. Pero, ¿El azúcar refinado no tiene por lo menos algún valor alimenticio? Aquí tenemos las cifras y las proporciones directamente de los archivos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. La comparación se hace entre treinta gramos de azúcar refinada granulada y treinta gramos de melaza, miel de caña, pilón, piloncillo, panela o chancaca. Se usa la melaza, porque el azúcar no refinada o azúcar morena, llamada equivocadamente “azúcar cruda”, se considera contrabando en Estados Unidos. Pero, en realidad, el azúcar morena tiene aún más valor nutritivo que la melaza Considere el cuadro que se adjunta más abajo. Minerales en Azúcar Refinada y Miel de Caña (1, 3)
Minerales
Azúcar :Calcio cero; Fósforo cero; Hierro cero ; Potasio 0.85 : Sodio 0.28 . Vitaminas: Tiamina 0; Riboflavina cero; Niacina.
Miel de caña: Calcio 195 mgrs.; Fósforo 24 mgrs.; Hierro 4.6 ; Potasio 836 mgrs.; Sodio 27 mgrs.; Vitaminas: Tiamina 0.3; Riboflavina 0.5 Niacina 57 mgrs.
Ahí lo tienen, amigos. Cuando comen azúcar no están comiendo nada.
9. No se deje engañar por los valores del sodio y del potasio. Son las sustancias químicas más comunes sobre la tierra, se encuentran en todo. Hasta esta hoja de papel tiene más sodio y potasio que medio kilo de azúcar refinada.
Pero el azúcar morena tampoco parece tener mucho en lo que respecta a nutrientes ¿no es así?
Lo que tenga, lo tiene porque el Creador lo puso en ella, y puede estar seguro de que están presentes otros elementos nutritivos que todavía tienen que descubrir nuestros insignificantes intentos de investigación científica. Y no desprecie ese medio miligramo de niacina natural pura en cada treinta gramos, o esos ciento noventa y cinco miligramos de calcio orgánico, o esos veinticuatro miligramos de fósforo, o esos 4.6 miligramos de hierro.
Uno obtiene todo eso por nada, ayuda en la digestión del dulcificante y es más de lo que se obtiene de esa basura que es el azúcar refinada.
¿Por qué no se puede conseguir azúcar morena en Estados Unidos?
Porque el azúcar morena se vendería a un precio más bajo que el azúcar blanca, con apariencia de cocaína, y eso no es bueno para la economía. En los libros de texto, acerca de nutrición, se encuentra una afirmación atemorizante, que el azúcar “cruda” es “sucia”, que está llena de tierra e insectos y de otras cosas horribles. Desde luego, esto es por la forma en que las compañías azucareras la manejan y la transportan. Ellos la podrían limpiar y después venderla. El azúcar morena se vende en doscientos países en todo el mundo, y la gente que la consume está más sana que los niños de aquí. Pero existe otra peculiaridad en la ley norteamericana, al mismo tiempo que el azúcar morena no se puede vender, el azúcar refinada tampoco se puede importar. Esto es porque el azúcar refinada importada es más barata, que el azúcar refinada norteamericana, y a los ingenieros azucareros de Estados Unidos, les gustan las utilidades. A finales de 1977, éstas no fueron malas; dos de los ingenios azucareros más grandes de Estado unidos, alcanzaron el doscientos cincuenta por ciento, y el mil ciento veinte por ciento. 10 10. Amstar and Great Western United.
Si el azúcar refinada es tan mala, ¿por qué no enriquecerla? Mmmmmm. Ya entiendo. ¿Cómo la harina blanca “enriquecida”. O el arroz blanco “enriquecido”? Primero se gastan millones de dólares al año para quitarle todo rastro de valor alimenticio al azúcar, y después gastan más millones de dólares para agregarle algunas vitaminas inferiores. Poner en la etiqueta “enriquecida” y recuperar todo el dinero, o más, de lo que pagan las pobres mamás y los pobres papás, que quieren que sus chicos crezcan sanos y fuertes. En la década de los años sesenta, se hizo un débil intento por enriquecer el azúcar. Una pequeña compañía azucarera le agregó yodo, hierro, algunas vitaminas del complejo B y algo de vitamina A. Pero ese guardián de la salud de nuestra nación, la Dirección de Alimentos y Medicamentos, actuó rápidamente. Confiscó el azúcar, declaró que estaba marcada falsamente y llevó ante los tribunales a los que la habían “enriquecido” 11 El azúcar “enriquecida” salió del mercado rápidamente. Pero, mientras tanto, siempre existe otra nueva fuente de azúcar por descubrir. Si uno fuma, infiere gran cantidad de azúcar que contiene el tabaco, aunque no lo diga en la etiqueta (los diabéticos, tomen nota). La mayoría de los cigarrillos contienen un cinco por ciento de azúcar, los puros contienen un veinte por ciento y el tabaco para pipa puede llegar a tener hasta cuarenta por ciento de dulcificantes. En lugar de fumar el tabaco, ¿por qué no espolvorearlo sobre el cereal por las mañanas? (Respuesta: porque probablemente el cereal ya tiene demasiada azúcar). 11. La acusación de “falsificar una marca” es una especialidad de la Dirección de Alimentos y Medicamentos. De acuerdo con información que recibí, en una tienda de nutrición había varias copias de mi libro The Save-Your-Life Diet en uno de los estantes y a menos de seis metros había un anuncio de salvado. La Dirección de Alimentos y Medicamentos alegó que mi libro estaba “falsificando la marca” de salvado, o que el salvado estaba “falsificando la marca” de mi libro, no recuerdo. Parece que los seis metros constituyen la distancia mágica, como los treinta centímetros en que las chaperonas insistían que las parejas que bailaban debían dejar entre sí. No sé si quemaron mis libros o quemaron el salvado, pero si lo que querían era una copia gratis, lo único que tenían que hacer era pedírmela. Ah si, supongo que si este libro se pone a la venta a seis metros de cualquier producto alimenticio la Dirección hará otra fogata. Mmmmm.
Bueno, si el azúcar es tan horrible ¿qué tal los dulcificantes artificiales? ¿Como los ciclamatos? Buena suerte. En un arranque de cordura el Congreso Norteamericano elaboró una medida llamada: “Enmienda a los aditivos alimenticios”, que contiene una sola oración que debería salvar millones de vidas. Se llama la “Cláusula Delaney” y dice así: “Ningún aditivo se puede considerar seguro si se encuentra que induce al cáncer cuando el hombre o los animales lo ingieren o si se encuentra, después de las pruebas apropiadas para la evaluación de la seguridad de aditivos alimenticios, que induce al cáncer en hombres o en animales”. Las principales compañías alimenticias han lanzado una campaña masiva en contra de la Cláusula Delaney, porque les gusta poner en los alimentos cosas que producen cáncer. Pero, ¿esa no es una afirmación irresponsable?
No. El dietilestilbestrol ocasiona cáncer en las humanos y en los animales de laboratorio. El número 2 rojo ocasiona cáncer en los animales de prueba. Los ciclamatos ocasionan cáncer en los animales de laboratorio. Entre estos aditivos alimenticios menos conocidos, pero igualmente letales están:
El aceite de cálamo (un saborizante): cáncer en los intestinos.
El safrol (un agente saborizante): cáncer en el hígado.
La tiourea (un preservador): cáncer en el hígado
El dietilpirocarbonato (un preservador para las bebidas): cáncer Todos estos aditivos estaban presentes en los alimentos en cantidades peligrosas, todos ocasionan cáncer. Algunos de ellos finalmente, ya no se agregan a los alimentos, pero sólo después de una gran batalla contra los procesadores de alimentos y contra los vendedores de éstos. Existen casi cinco mil sustancias químicas exóticas que se le agregan a los alimentos en la actualidad y, muchas de ellas, son sospechosas de ser posible causa de que el consumidor termine sus días en un hospital para cancerosos. Ahora que se han eliminado los ciclamatos, aunque los elaborados de alimentos todavía pelean por volverlos a usar, el principal dulcificante artificial en Estados Unidos es la sacarina. En 1879 Constantin Fahlberg e Ira Remsen descubrieron la sacarina. Proviene del alquitrán de hulla, una sustancia negra pegajosa y de consistencia gomosa que se deriva del carbón mineral. (por cierto, esos colorantes artificiales que producen cáncer también provienen del alquitrán de hulla). En 1907, bajo la presidencia de Teddy Roosevelt, se estableció la Junta de Inspección de Alimentos y Medicamentos (la precursora de la Dirección de Alimentos y Medicamentos). El doctor Harvey Wiley fue el primer director, y su primer acto oficial fue prohibir el uso de la sacarina en los alimentos, por ser una sustancia química peligrosa.
Si se prohibió, ¿cómo es que mi bebida dietética tiene sacarina?
Gracias al testarudo Teddy Roosevelt, quien, cuando supo que la sacarina quedaba prohibida, montó en cólera, pues siendo un poco regordete, le gustaba usarla en su café. Por lo que nombró una comisión, para que volviera a evaluar el peligro de la sacarina. Y adivine quién estaba en la comisión. Un pequeño hombre llamado Ira. Remsen, el padre de la sacarina. Desde luego, se podía predecir que la comisión iba a decidir que no había peligro en el uso de la sacarina, y por eso se encuentra en todo. Pero probablemente no se encuentre en todo durante mucho tiempo más, porque en Canadá, donde aparentemente a la gente no le gusta la idea de morir de cáncer, revisaron las historias médicas de las personas que usaban sacarina. Después de estudiar a un grupo de cuatrocientos ochenta hombres, los investigadores llegaron a la conclusión de que los consumidores de sacarina tenían ciento setenta por ciento más de probabilidades de padecer cáncer, que los que no lo consumían. Eso parece ser lo que trata la Cláusula Delaney, ¿no es así? De cualquier modo, yo no consumo sacarina. No se la doy a mi familia y le digo a todos los que aprecio que no la usen. Usted fórmese su propio criterio. Entonces, ¿qué tipo de dulcificante es bueno y seguro?
Esta no es una pregunta difícil de contestar basados en lo que ya sabemos. El único tipo de dulcificante al que el cuerpo humano está adaptado, con base en sus miles de años de adaptación química y fisiológica, es el dulcificante natural, no refinado. La forma ideal de satisfacer su gusto por lo dulce es mascando caña de azúcar o remolacha (frutas). Los músculos de su maxilar se habrán cansado mucho antes de que el organismo engorde o se enferme, y el jugo de caña, o de remolacha, que se extrae de esta forma no puede hacer ningún daño (Los que cortan la caña de azúcar en todo el mundo, mastican caña mientras trabajan y nunca sufren de enfermedades causadas por el azúcar, como las que padecen los que consumen azúcar refinada). Pero si usted no vive cerca de un cañaveral, la melaza (miel de caña o chancaca, piloncillo o panela) es el producto más cercano de que se puede disponer y que casi no está refinado.
No se puede conseguir azúcar “cruda”, a menos que la quiera pasar de contrabando por la frontera. Lo que generalmente se vende como azúcar cruda es azúcar blanca refinada a la que se le agrega melaza. Olvídela. También e azúcar morena y todo el resto de las imitaciones.
La miel es un dulcificante excelente, si es pura y no está refinada. Un truco favorito de los productores de miel es agregarle azúcar refinada y agua a la miel. Eso no es bueno. Pero la miel sin adulterar y sin hervir, es un dulcificante excelente. Sin embargo, eso no quiere decir que sustituya los setenta y cinco kilos de miel. La idea es eliminar la mayor cantidad posible de azúcar de la dieta y los dulcificantes se deben usar según su propósito original, en muy pocas cantidades como las especias y saborizantes.
Pero, ¿en verdad tengo que dejar de tomar azúcar refinada?
Solamente si quiere ayudarse a sí mismo a evitar algunas de las siguientes enfermedades: diabetes, obesidad, ataques cardiacos, caries dentales, infecciones orales y vaginales, infecciones urinarias crónicas y ceguera total.
Veámoslo de la siguiente manera; si alguna compañía procesadora de alimentos usara un aditivo alimenticio que fuera peligroso solamente en la décima parte que lo es el azúcar refinada, la Dirección de Alimentos y Medicamentos lo prohibiría en menos de veinticuatro horas.
Piense en eso. 
Fuente
http://jimzall.mx.tripod.com/AZUCAR

QUÉ SUSTANCIAS INCREMENTAN LA ANSIEDAD ?

QUÉ SUSTANCIAS INCREMENTAN LA ANSIEDAD ?   



Estimulantes

* Cafeína
De todos los componentes de la dieta habitual que pueden aumentar la ansiedad, producir síntomas físicos como palpitaciones, temblores y desencadenar ataques de pánico, la cafeína es la más destacada. Tiene un efecto estimulante directo sobre la noradrenalina, el neurotransmisor del cerebro relacionado con la respuesta de vigilancia, el alerta y el estar despierto. Suele producir una respuesta de hipervigilancia similar a cualquier circunstancia que gatille nuestra respuesta de estrés, mediante la activación del sistema nervioso simpático y la liberación de adrenalina. Mucha gente se da cuenta de que puede descansar mejor y estar más tranquila luego de reducir su ingesta de cafeína, ya que ésta la mantiene crónicamente tensa. La cafeína aumenta la vulnerabilidad al pánico y a padecer ansiedad generalizada y contribuye al estrés, causando una disminución de la vitamina B1 o tiamina, que es una de las vitaminas anti-estrés. Pasada una cierta cantidad diaria, la cafeína causa una verdadera adicción, con síntomas de abstinencia que luego enumeraremos.
La cafeína no sólo está presente en el café, sino también en muchos tés, en el mate, en las bebidas cola, en el chocolate, en la cocoa y en unas cuantas medicaciones, sobre todo analgésicos, antigripales y descongestivos.
Si Ud. es proclive a padecer de ansiedad generalizada, crisis de pánico o es muy sensible a la cafeína, es recomendable que no consuma más de 100 mg/día de cafeína, con lo que se sentirá mucho mejor.

-Contenido de cafeína (por taza):
Café expreso - 146 mg.
Café filtrado cargado - 110 mg.
Café instantáneo - 66 mg.
1 saquito de té - 46 mg.
Cocoa - 13 mg.
Café descafeínado - 4 mg.

-Contenido de cafeína en bebidas cola (por lata):
Coca Cola - 65 mg.
Pepsi Cola - 43 mg.

-Contenido de cafeína en ciertas medicaciones (por comprimido):
Cafiaspirina - 40 mg.
Geniol - 30 mg.
Migral - 100 mg.
Migradioxadol - 100 mg.
Alzaten - 19,5 mg.

Si Ud. tiene predisposición a padecer cualquier trastorno de ansiedad, intente reducir gradualmente su consumo de cafeína a menos de 100 mg. diarios. Si ud. toma mucho café, reemplácelo por el descafeinado o limítese a una taza por la mañana. Este pequeño sacrificio reducirá notoriamente sus crisis de pánico y su ansiedad a lo largo del día. Evalúe además el contenido de cafeína de los medicamentos que consume a diario.
El consumo crónico de cafeína tiene un poder adictivo, que lleva a un aumento de la tolerancia a la misma y a eventuales síntomas de abstinencia. En el caso de una suspensión abrupta, por ejemplo, si Ud. venía tomando 5 o 6 tazas de café o litros de bebidas cola, por día, desde hace bastante tiempo, la interrupción repentina puede generarle síntomas de abstinencia como fatiga, depresión, irritabilidad, dolores de cabeza, etc.
Es preferible ir reduciendo el consumo en forma gradual, reemplazándolo por té de hierbas o de frutas o por café descafeinado.
Para detectar si Ud. es muy sensible a la cafeína, evalúe si su sueño se altera cuando toma café, mate o muchas bebidas cola por la noche o si al rato de tomar un café doble, un té cargado o varios mates tiene temblores o palpitaciones, o se siente mucho más despierto o en alerta.

Recuerde: Menos de 100 mg. diarios es lo recomendable.

* Nicotina
La nicotina es también un fuerte estimulante, que produce vasoconstricción, aumenta el estado de alerta o vigilancia y acelera el corazón. Aparte de los daños cardiovasculares y pulmonares conocidos, como obstrucciones coronarias, enfisema, cáncer de pulmón, etc.; se sabe que los fumadores tienden a estar más ansiosos y a dormir menos que los no fumadores.
Recuerde: Hoy existe más de una razón para dejar de fumar, hágalo cuanto antes si desea vivir más y mejorar considerablemente su calidad de vida.

* Otros estimulantes
Hay muchos tratamientos que incluyen píldoras para adelgazar, en las que de manera abierta o encubierta bajo nombres de fantasía se agregan anfetaminas en la prescripción. Todas son adictivas, ansiógenas y muy estimulantes, tanto es así que se las combina en esas prescripciones "pseudohomeopáticas" con dosis fuertes de tranquilizantes para atenuar su efecto. Si bien reducen el apetito, su uso es altamente riesgoso por su potencialidad adictiva, aún más en personas con tendencia a la ansiedad y al pánico. También el consumo de drogas ilegales como la cocaína y la marihuana pueden desencadenar crisis de pánico, al ir favoreciendo una sensibilización de los circuitos cerebrales que tienen que ver con la alarma.
Muchos pacientes han iniciado su trastorno de pánico a consecuencia de la ingesta de cocaína, anfetaminas y también de yohimbina en altas dosis. Este último es un medicamento bastante utilizado hasta hace poco, como estimulante sexual.

* Sal
La sal de mesa es el cloruro de sodio, un mineral esencial, que en los países occidentales se ingiere habitualmente 10 veces más de lo necesario. El sodio también está presente en muchos alimentos elaborados como salsas enlatadas, escabeches, papas fritas, maníes envasados, etc.
Un consumo excesivo de sal, superior a los 5 gramos diarios, tiende a elevar la tensión arterial, sobrecarga al corazón y a los riñones, y predispone a la arterioesclerosis. Además, constituye un factor que predispone para el desarrollo de la hipertensión arterial. Por otra parte, un exceso de sodio disminuye el potasio del organismo, un mineral esencial para el funcionamiento nervioso y celular.

Cómo evitar ingerir demasiado sodio
Cocine añadiendo poca sal a los alimentos y elimine el salero de la mesa, para no salar en exceso. Reduzca el consumo de alimentos salados como papas fritas, galletas con sal, maníes y otros envasados para copetín, con alto contenido en sodio. Si su preferencia por la sal es muy elevada, utilice sustitutos de la sal común como sal de apio etc, prefiera las aguas minerales con bajo contenido en sodio, excepto en el verano, en el cual se transpira profusamente y es necesario reponer el sodio del organismo.
La cantidad de sal a ingerir por día debe limitarse a 1 g, es decir, una cucharadita al ras, excepto cuando se transpira mucho o en días calurosos.

Conservantes
Cientos de aditivos químicos son utilizados en el procesamiento comercial de alimentos para su preservación. Conservantes artificiales habituales son los nitritos, los nitratos, el bisulfito de potasio, el glutamato, los colorantes artificiales y los saborizantes. Nuestro organismo, si bien tolera estas sustancias artificiales, no está equipado para manejarlas y sus efectos biológicos, a largo plazo, no han sido muy estudiados. Algunos conservantes suelen producir reacciones alérgicas como los nitritos, nitratos y el monoglutomato de sodio. Trate de ingerir, dentro de lo posible, comidas no envasadas, prefiriendo sobre todo los vegetales y las frutas frescas cultivados orgánicamente. Las sociedades antiguas no disponían de alimentos envasados, y en ellas era menor la incidencia de ciertos cánceres.

Carnes y hormonas
La mayoría de los pollos criados para la venta masiva son alimentados artificialmente, con el agregado de hormonas para forzar su crecimiento y conseguir un rápido aumento de peso, por lo que son potencialmente nocivos. Suele utilizarse para ello una hormona femenina sintética, el dietiletilbestrol, que ha sido implicada en el desarrollo de cáncer de mama y de tumores fibrosos, así como en el crecimiento de las mamas en el hombre (ginecomastia). En Argentina, las carnes vacunas magras son altamente recomendables, cualquier corte previamente desgrasado es óptimo, dado que los animales son alimentados naturalmente con pastos y praderas naturales, al contrario de lo que ocurre en otros países, en los que se les da alimentos concentrados en sistemas de feed-lot. En este sentido en Sudamérica la carne vacuna es mucho más sana que la carne de pollo. También la carne de pescado, en especial el de mar, tiene muchas virtudes para una alimentación sana.
En lo posible se debe evitar comer carnes enlatadas, dado que las mismas son adicionados con glutamato monosódico, nitritos o nitratos u otros conservantes, los que pueden producir reacciones alérgicas y trastornos gastrointestinales.
Respecto a las frutas y vegetales, es conveniente comerlos sin piel o lavarlos bien, debido a los agroquímicos o pesticidas con que suelen ser tratados. Hoy se encuentran disponibles algunos vegetales cultivados ecológicamente, en base a fertilizantes orgánicos o biológicos, los que también deben ser muy bien lavados por la posible presencia de microorganismos contaminantes.

Azúcar
El azúcar blanco como tal, es un carbohidrato simple altamente refinado que no contiene almidón, fibras, vitaminas ni minerales, por lo tanto, es una gran fuente de calorías que no aporta otros nutrientes. Al ingerir mucho azúcar altamente refinada, la concentración de azúcar en sangre se eleva rápidamente, produciendo una sensación de energía y de disminución del cansancio. Esta rápida elevación de glucosa en sangre estimula al páncreas y le hace producir insulina, disminuyendo la concentración de glucosa en sangre (o glucemia). Muchas personas producen más insulina que la necesaria, con lo cual el azúcar desciende por debajo de lo normal. La hipoglucemia, es decir, la concentración baja de glucosa en sangre, produce síntomas como mareos, irritabilidad, depresión, temblores, náuseas, ansiedad, sensación de hambre y sudor frío. La glucosa es el combustible principal del organismo y provee la energía que mantiene la vida. Gran parte de esta glucosa proviene de alimentos con hidratos de carbono de la dieta como el pan, los cereales, las papas, los vegetales, las frutas, las pastas y tantos otros, cuyos componentes gradualmente se van transformando en glucosa. Por otra parte, los azúcares simples como el azúcar blanco refinado, el moreno o la miel, también se degradan muy rápidamente en glucosa. Estos azúcares simples pueden causar problemas porque tienden a sobrecargar el organismo, muy rápidamente, con una elevada cantidad de glucosa. En promedio, un adulto consume casi 60 kg de azúcar refinado por año, con lo que permanentemente está bombardeando al cuerpo con azúcares refinados y causando un desequilibrio crónico del metabolismo, lo que predispone a la diabetes. Si el azúcar sanguíneo baja rápidamente a 50 /60 mg. por ml. se produce la hipoglucemia. Los síntomas subjetivos de la hipoglucemia son parecidos a los de la ansiedad o a los de las crisis de pánico, como cefaleas, ansiedad, temblores, sentimientos de inestabilidad, irritabilidad y palpitaciones. Estos síntomas tienden a aparecer 3 ó 4 horas después de las comidas, en personas hiperreactivas o al sufrir una situación de estrés, y desaparecen inmediatamente después de ingerir un alimento azucarado. Los síntomas de ansiedad aguda o crónica, por lo tanto, pueden agravarse con la hipoglucemia.
El estrés agudo o crónico también puede causar una rápida depleción (pérdida) del azúcar sanguíneo. Cuando éste cae mucho, por hiperproducción de insulina, las glándulas suprarrenales liberan cortisol y adrenalina, que inducen al hígado a liberar el azúcar acumulado como glucógeno, para recuperar los niveles de glucemia normal. Hay un test clínico específico, el test de tolerancia a la glucosa, que permite diagnosticar estas reacciones de hipoglucemia y la predisposición a padecer diabetes.
Ciertas modificaciones en la dieta pueden mejorar la salud, al sustituir o eliminar el azúcar y los cereales refinados (harinas blancas) y reemplazarlos por carbohidratos complejos, como panes integrales con cereales, vegetales y frutas secas. Evite el exceso de azúcar consumiendo menos azúcares refinados, miel, almíbares, bebidas azucaradas, gaseosas y galletas dulces.

Alcohol
El alcohol es rico en calorías y pobre en nutrientes, aporta 7 calorías por gramo y produce una eliminación de vitaminas B. Estos son elementos importantes para afrontar el estrés y la ansiedad.
Procure no beber más de dos copas de vino diarias, que equivalen a dos de champaña o un vaso grande de cerveza. Evite las bebidas destiladas o con altas concentraciones de alcohol.

RECOMENDACION: Mientras efectúe un tratamiento con psicofármacos no es conveniente tomar ningún tipo de bebida alcohólica.

¿Qué alimentos son recomendables para disminuir la ansiedad?
El comer con frecuencia mantiene una concentración de glucosa en sangre más constante y evita la aparición de síntomas hipoglucémicos. Tómese un tiempo para comer, mastique lentamente, disfrutando de la relajación natural que implica comer alimentos nutritivos.
Consuma alimentos completos y naturales, como vegetales crudos o ligeramente cocidos al vapor, frutas frescas, cereales integrales, lentejas, porotos o garbanzos. Se recomienda consumirlos 2 ó 3 veces por semana. Deben evitarse los alimentos con carbohidratos simples tales como el arroz blanco, la harina blanca, los azúcares refinados, los cereales azucarados, las frutas en almíbar o edulcoradas y los vegetales muy cocidos. Los procesos de molido, refinamiento, elaboración y cocción de estos carbohidratos eliminan las vitaminas, minerales, fibras y almidón que contienen, dejando gran cantidad de azúcar refinado. Esto los vuelve más ricos en calorías y mucho más pobres en nutrientes que los productos naturales de los cuales provienen.
Si Ud. ingiere carbohidratos complejos en lugar de simples, aumenta la cantidad de fibras, con lo que mejora el funcionamiento intestinal. Incluya en su dieta vainas y cáscaras bien lavadas. Si bien la celulosa no es absorbida por el intestino, facilita la digestión de los demás alimentos de la ingesta. Por otra parte, las fibras tienen un efecto laxante y aceleran la eliminación de residuos por el intestino, al formar deposiciones más voluminosas. Una dieta rica en fibras también ayuda a controlar el peso, reduce el riesgo de padecer diverticulosis del intestino grueso y cáncer de colon. Las legumbres se pueden preparar poco cocidas o al vapor, dado que la cocción prolongada destruye las vitaminas. Agregar algunas cucharadas soperas de salvado mezclado, con agua o con otros alimentos, puede complementar su ingesta de fibras. No lo agregue abruptamente, sino vaya incorporándolo a razón de 1/2 cucharada por semana, para evitar la distensión abdominal por producción de gases (meteorismo). Cambios bruscos en la dieta, aun en un sentido deseable, pueden producir inconvenientes como flatulencia, meteorismo y diarrea. Beba el equivalente de 2 litros de agua por día. Incluya, si no existe ninguna contraindicación, una ensalada mixta por día. Reduzca las grasas animales como quesos, mantecas, huevos, leche entera a no más de un 15% de los alimentos que ingiera, salvo que tenga que cubrir necesidades nutricionales especiales. Los aceites vegetales no refinados son más deseables, como por ejemplo el aceite de oliva. Para evitar la ganancia de peso, consuma tantas calorías como queme, si su vida es sedentaria disminuya la ingesta calórica y practique diferentes formas de ejercicio.

sábado, 22 de enero de 2011

LA VIDA

No, permanecer y transcurrir no es perdurar, no es existir, ni honrar la vida.
Hay tantas maneras de no ser,
tanta conciencia, sin saber, adormecida.
Merecer la vida no es callar y consentir
tantas injusticias repetidas.
Es una virtud, es dignidad,
y es la actitud de identidad más definida.
Eso de durar y transcurrir no nos da derecho a presumir
porque no es lo mismo que vivir honrar la vida
No, permanecer y transcurrir no siempre quiere sugerir honrar la vida.
Hay tanta pequeña vanidad
en nuestra tonta humanidad enceguecida...

METAFÍSICA

Para profundizar vuestro entendimiento de algunos aspectos de lo que realmente es la Luz, la siguiente descripción es ofrecida para desencadenar la aparición dentro de ustedes de algo que ninguna palabra posiblemente pueda describir...
Al igual que todo lo demás en la naturaleza donde el equilibrio innato de todas las cosas todavía prevalece, hay una parte de mí que ha permanecido perfectamente equilibrada, nutrida por la inconmensurable paz de mis orígenes y por la Luz del Amor que brilla perpetuamente a través de mí. Como una vasta sinfonía de sonidos y ritmos armoniosamente mezclados, la Fuerza desenvolviéndose en mí y a través de mí es la misma Fuerza Universal que ultimadamente equilibra y sincroniza armoniosamente todo lo que existe en todas las dimensiones. Soy una expresión perfectamente equilibrada de la música de la Vida tocada a través de mí, como en todo lo demás, por el Director Universal quien ha escrito el perfecto resultado de todas las cosas, visibles e invisibles, que están tocando, conscientemente o no, de lo contrario, nada de lo que es, sería. Ofrezco cada momento de mi existencia consciente para expresar mayormente el equilibrio innato de la perfecta Armonía que Yo Soy.

Decreto
Soy un alma
Una chispa divina del Infinito
Que dio a luz este universo

Recuerdo Quién soy
y sirvo al Grandioso Propósito de la Vida
como Uno con Todo Lo Que Es.

Vine aquí con muchas otras almas
para ayudar en la expansión de la Luz
en el planeta viviente Tierra.

Acepto permitir al Amor
Ser el faro guía de mi vida
y hacer brillar su luminosidad en cada momento.

Soy un alma
y el único propósito de mi existencia
es ser Todo Lo Que Yo Soy.

Que así sea.

jueves, 20 de enero de 2011

Cura Tibetana del Ajo


Cura tibetana del ajo es la cura más sencilla, eficaz y barata que existe, cualquiera puede prepararla en casa y beneficiarse de las propiedades del ajo.

¿Qué es la cura tibetana del ajo?

Es una cura a base de ajo macerado, según una receta encontrada en un monasterio budista del Tibet. Desintoxica el cuerpo.

Ingredientes para la cura tibetana del ajo

  • 350 g. de ajos crudos, pelados y triturados.
  • ¼ de litro de Aguardiente o alcohol de 70º para uso interno.

Elaboración de la cura tibetana del ajo

  • Poner los ajos triturados junto al Aguardiente o alcohol dentro de un tarro de cristal.
  • Cerraremos el bote bien fuerte y lo pondremos en el refrigerador (nevera) durante 10 días.
  • Después de estos días lo filtraremos con un colador de gasa o tela fina.
  • Este líquido lo volvemos a meter en el tarro y lo tendremos en la nevera durante 2 días.
  • Tras los 2 días ya está listo para tomar.

      Modo de empleo y dosificación de la cura tibetana del ajo

      Lo tomaremos en gotitas, con un poco de agua o leche, antes de las tres comidas principales siguiendo las pautas de esta tabla:
      DIAS DESAYUNO COMIDA (Almuerzo) CENA
      1 1 gota 2 gotas 3 gotas
      2 4 gotas 5 gotas 6 gotas
      3 7 gotas 8 gotas 9 gotas
      4 10 gotas 11 gotas 12 gotas
      5 13 gotas 14 gotas 15 gotas
      6 16 gotas 17 gotas 18 gotas
      7 17 gotas 16 gotas 15 gotas
      8 14 gotas 13 gotas 12 gotas
      9 11 gotas 10 gotas 9 gotas
      10 8 gotas 7 gotas 6 gotas
      11 5 gotas 4 gotas 3 gotas
      12 2 gotas 1 gotas 25 gotas
      A partir de este día tomaremos 25 gotas tres veces al día hasta terminar el frasco. Según la tradición, no puede repetirse el tratamiento antes de 5 años.

      Ventajas o beneficios de la cura tibetana del ajo

        El ajo según los estudios médicos tiene claros efectos
      • Mejora el sistema inmune fortaleciendo así nuestra resistencia frente a las infecciones.
      • Ayuda a eliminar el colesterol.
      • Es de gran eficacia para la hipertensión y los problemas de circulación
        Según el manuscrito tibetano, sus beneficios son los siguientes
      • Limpia el organismo de las grasas y lo libera de los cálculos depositados.
      • Mejora el metabolismo y disminuye el peso del cuerpo llevándolo al peso normal.
      • Deshace los coágulos de sangre y vuelve más elásticos todos los vasos sanguíneos curando también la arteriosclerosis.
      • Cura la isquemia, la sinusitis, la hipertensión y las enfermedades bronco pulmonares.
      • Cura el diafragma y el miocardio enfermo.
      • Hace desaparecer el dolor de cabeza.
      • Cura la trombosis del cerebro, la artritis y la artrosis.
      • Cura el reumatismo, la gastritis, las úlceras de estómago y las hemorroides.
      • Absorbe todo tipo de tumores internos y externos.
      • Cura los disturbios de vista y oído.
      • En general todo el organismo se recupera.

      Inconvenientes de la cura tibetana del ajo

      El primer inconveniente es que es una lástima que si te va bien no lo puedas repetir como mínimo una vez al año. Eso, por lo menos, es lo que dice el manuscrito. Científicamente, a priori, no tiene ninguna contraindicación conocida actualmente. Las personas con un estómago muy débil o fácilmente irritable deberán observar que tal les sienta el remedio. No deben tomarlo las personas con úlceras intestinales. En general todas las personas que tomen alguna medicación (sobre todo si es "para no tener la sangre espesa" o sea anticoagulantes) es conveniente preguntar primero al médico o especialista.

      Observaciones de la cura tibetana del ajo

      El color verdoso que adquiere el alcohol macerado con los ajos es completamente normal debido a ciertos principios activos que contiene el ajo. Una vez el preparado está listo hay que guardarlo en la nevera o frigorífico, si bien en caso de realizar un viaje puede llevarse en un botecito de cristal con cuentagotas para no interrumpir el tratamiento. Durante los primeros días pueden producirse manifestaciones y reacciones como erupciones cutáneas, mareos o dolor de estómago. Muchas de estas causas son debidas a la acción desintoxicante del ajo en nuestro organismo.
En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa.